martes, 8 de abril de 2014

Tradupuñaladas traperas

Llevaba ya meses con ganas de publicar esta entrada pero por una cosa u otra, nunca encontraba el momento ni las palabras. La empezaba y la borraba, la escribía y me arrepentía... Pero ahora, a raíz de esta entrada en el blog de Naiara Bitorika , he encontrado las palabras exactas para expresar exactamente lo que pienso, así que aquí va.

Ciertamente, como dice Naiara, no por trabajar de lo mismo tenemos que llevarnos bien. Y yo añado: no por no llevarnos bien tenemos que pisarnos la cabeza (profesionalmente hablando, claro).  Lo digo porque a mí me ha pasado ya unas cuantas veces.

La que más me marcó fue una traición rastrera de un compañero al que yo creía amigo. Yo hice las pruebas para un cliente MUY importante y mi amigo, al que llamaré Mr. X, me preguntó qué tal me había ido, cómo había sido la prueba, qué textos me habían puesto, cómo había resuelto las dificultades, etc. Vamos, lo normal cuando aprecias a una persona y te interesa saber qué tal le ha ido la prueba, o eso pensaba yo. El día siguiente, me enteré de que Mr. X iba a hacer las pruebas también y que me había sonsacado toda la información rastreramente, sin decirme ni pío de que él también tenía fecha asignada para hacerlas. Si me lo hubiera contado, le habría comentado cosillas de la prueba igualmente. Pero así, a lo rata... Me sentó muy mal. Y como he dicho, esta no es la única anécdota, hay muchas más.


Desde entonces, me fío de muy pocas personas en cuanto a lo que mi vida laboral se refiere. Puedo llevarme bien con mucha gente, pero nunca les cuento en lo que estoy metida hasta que sea en firme, precisamente porque he visto la jungla que es el mundo de los autónomos. Quizás yo he dado con lo peor, pero, por si acaso, a partir de aquel día prefiero prevenir a curar. No digo que sea todo el mundo así, ni mucho menos. Hay muchas personas leales y a esas las mantengo como un tesoro en mi vida porque hoy en día, escasean. 

Desde muy pequeña y hasta hace bien poco, competía profesionalmente en atletismo. Yo veo mi viaje de autónoma como una maratón. Sí, compites tú solo, pero para ganar lo que tienes que hacer es avanzar y adelantar a tus rivales limpiamente, no ganar a base de haberlos empujado y tirado a la cuneta.

Sí, soy la peque que va delante, al lado de la antorcha.

Por favor, basta de puñaladas. No hace falta llevarse todos bien y vivir en el mundo de la piruleta. Podemos discutir, podemos bloquearnos en las redes sociales y lo que queráis. Pero no juguéis sucio.


6 comentarios:

  1. Nunca hubiera creído que alguien fuera capaz de dar un golpe tan bajo, por lo visto soy una ingenua. Solo espero que nunca te tengas que volver a cruzar a alguien así en la vida.

    De todas formas, como le dije a Naiara en su entrada, nos llevemos o no bien, con lo fácil que es el «vive y deja vivir», no sé por qué nos empeñamos en fastidiarnos la vida los unos a los otros.

    En fin, un abrazo enorme.

    P.D.: ¡Qué mona de peque!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por el comentario, Sandra!

      Sí, nos iría mucho mejor a todos si nos concentrásemos en avanzar nosotros en lugar de hacer retroceder al resto.

      ¡Un saludo!

      Eliminar
  2. Y cosas peores, como robarte proyectos bajando los precios (dando tarifas completamente ridículas)... Desgraciadamente eso es así, pero pienso que los buenos amigos que tengo en la profesión desde que empezamos la carrera (con muchos de los cuales colaboramos y nos ayudamos) valen muchísimo más que esa gentuza que se vende por cuatro pesetas y que no duda en chafar cabezas con tal de llegar a ¿qué? me gustaría ver a dónde llegan. En cualquier caso, estoy segura que bastante solos y desamparados, además, como tú dices, hay grandes personas en esta profesión.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias por pasarte por el blog, Bárbara!

      Veo que a tú también te has cruzado con varios Mr. X a lo largo de tu vida... Por suerte, como decían por Twitter, el tiempo pone a cada uno en su lugar.

      ¡Un saludo!

      Eliminar
  3. Yo me he cruzado con muchos Mr. X en mi vida, muchos me dicen que no aprendo, no se dan cuenta de que no me quiero rebajar. Eso si, me ha enseñado a no mostrar todas mis cartas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Tomas!

      Yo ya escarmenté, una y no más. ;) Hay que tener cuidado, que hay muchos buitres en este mundo.

      ¡Un saludo!

      Eliminar