Soy de las pocas afortunadas que
puede decir que ama su trabajo. Cuando me siento en la silla, me pongo mis
auriculares y empiezo a traducir, el mundo desaparece. Desaparecen los
problemas, las preocupaciones, la gente tóxica, la crisis… Solo existimos mi
ordenador y yo. Puede parecerse a lo que se siente al estar enamorado…Sí, amo mi trabajo.
Pero como en todas las
relaciones, se sufren altibajos. Y últimamente yo estaba un poco desencantada,
sin ganas, desanimada… Pero ocurrió algo que me devolvió la ilusión, algo que
me volvió a enamorar…
Un día, mientras buscaba
información sobre la serie que estoy traduciendo, fui a parar a un foro de fans
en español. Me puse a leer los comentarios por curiosidad y mi sorpresa fue que
hicieron alusión directa a mi trabajo,
todo buenas críticas, he de decir.
No pude resistirlo. Me registré
en el foro y les di las gracias por apreciar mi trabajo. Lo más bonito de todo
es que me acogieron como si me conociesen de toda la vida y me escribían comentarios para agradecerme que
hiciese posible que pudiesen disfrutar de su serie favorita en español.
Todos, absolutamente todos. No ha habido ninguna pega, ninguna queja. Siempre escucho a los actores
decir que sienten una felicidad tremenda
cuando los fans les muestran su cariño, pero yo no lo entendía. Es decir, no
podía entender lo que se siente...
Saber que hay gente que disfruta con mi trabajo me motiva para hacerlo
aún mejor, para poner más atención, para que el texto sea perfecto…
Tras esta maravillosa experiencia
he reflexionado sobre quién es nuestro
verdadero cliente. Cierto, la empresa/estudio/distribuidora es quien nos
encarga el proyecto, quien nos paga y a quien le debemos profesionalidad. Pero…
no son ellos los que disfrutan de la serie, no son ellos la razón de que se
haya rodado, ni lo que la mantiene en antena…Son los fans. Son ellos los
consumidores del producto, los jueces de la calidad, los que hacen que la serie
triunfe o, por el contrario, fracase.
Traducimos para ellos. Ellos son
el cliente de nuestro cliente, por así decirlo. Por tanto, son nuestros jefes,
los que determinarán si nuestro trabajo está al nivel requerido o es un fiasco.
Cuando traduzcáis, no penséis en
el corrector que vendrá detrás, ni en la empresa que va a revisar vuestro
trabajo con lupa, sino en los fans, que esperan ansiosos que la serie sea
perfecta y que la calidad del texto sea la mejor. Pensad en que gracias a
nosotros, la gente puede disfrutar de sus programas, series o películas
favoritos en su propio idioma. Pensad
en que estamos colaborando a que el público pase un ratito entretenido y feliz
viendo cada episodio… Pensad que en cada
proyecto que os involucréis, sois igual de importantes que los que salen en
pantalla o en los créditos, ya que sin nosotros su producción no podría llegar
a otro mercado que no sea el de su país o región lingüística...
Gracias a una casualidad he
recuperado ese brillo en los ojos, esa sensación de sentirme útil, esas ganas
de involucrarme en un proyecto, ese amor por mi trabajo…esa pasión por la traducción.