lunes, 22 de abril de 2013

Traductores, ¡todos a una!

"¡Podrán quitarnos los comentarios de LinkedIn, pero nunca nos quitarán nuestros blogs!". Con esa oración comenzó una idea, la de escribir en esta entrada todo lo que no he podido escribir este fin de semana en un debate de LinkedIn. Os contaré con pelos y señales todo lo que ha pasado.

Todo comenzó cuando una compañera traductora publicó en el grupo de Facebook de Forotraducción un enlace al grupo de Traductores de LinkedIn. Una tal Princess preguntaba lo siguiente (cito textualmente):

"Me gustan muchos los idiomas y estoy empezando en este mundo y al mismo tiempo necesito dinero extra y me gustaría saber como puedo conseguir empleos de freelance interprete o traductora de textos, por favor cualquier información es apreciada, gracias. Mis idiomas son español e inglés"


Y entonces se armó la Marimorena. 

Muchos compañeros nos sentimos ofendidos al ver que nuestra profesión se consideraba una forma de ganar dinerillo extra y que no se tenía en cuenta que no basta con saber idiomas para traducir correctamente.  Algunos compañeros le escribieron comentarios a Princess ACONSEJÁNDOLE que si quería ser traductora, estudiase la carrera y se formase para poder traducir correctamente y que en esta profesión no basta con saber idiomas. Todos los que escribieron lo hicieron con respeto y educación, tratando de hacerle entender a Princess que su idea sobre la traducción es errónea.

Sin embargo, ella se empeñaba en tomárselo como un ataque personal. Y para muestra un botón. Esto es lo que dijo Princess tras leer los primeros comentarios de nuestros compañeros (cito textualmente):

"La verdadera ignorancia que hay respecto a ser intérprete es que creen que porque se gradúan con un título de intérprete tendrán trabajos en esa rama, sin ningún amor por los idiomas o cultura general, y luego se frustran cuando ´´manitas´´ como yo consiguen trabajos de intérprete por el simple hecho de que sí sabemos demostrar nuestros conocimientos en el área, tenemos experiencia, dominio de los nervios, vocabulario y gramática y sobre todo no tenemos miedo a nada".

En vez de valorar y agradecer los consejos que se le habían dado, prefirió verlo como un ataque personal. Más adelante se le recomendó que, si quería ser traductora, cuidase su gramática (porque en sus comentarios no había ni una sola tilde y aparecían expresiones como "en primero lugar" o "conosco" en lugar de "conozco"). Su defensa fue decir que nadie escribe correctamente en Internet. ¡Meeeeec! ¡Error! Como todos sabemos, los traductores defendemos el buen uso de la gramática y escribimos siempre correctamente (y más en LinkedIn, que es una red social de profesionales).

Hubo alguien que quiso darle la razón a Princess alegando que muchos traductores importantes no tenían el título de traductor, pero sus argumentos quedaron neutralizados cuando nuestros compañeros, con conocimiento de causa, les dijeron que esos traductores habían trabajado y se lo habían currado mucho para llegar a dónde están y que tienen un manejo de la gramática excelente, no como el que Princess había demostrado.

Más compañeros trataron de hacerle ver a Princess que tiene una idea equivocada sobre lo que significa ser traductor y yo misma me dispuse a escribir un comentario. La sorpresa vino cuando me di cuenta de que no se me dejó publicarlo. La razón no la sé, porque en ningún momento falté al respeto a nadie. Es más, copio aquí mi comentario para que juzguéis vosotros mismos:


"Querida Princess: 
Deberías valorar, agradecer y respetar los comentarios de mis compañeros, porque la mayoría son traductores muy respetados a nivel mundial y un ejemplo a seguir para todos. 
Sabemos que no nos vas a hacer caso y que vas a ver si te sale algún proyecto, pero lo bueno es que cuando el cliente reciba tu traducción y vea que es un desastre, va a arrepentirse de no haber contratado a alguien que sepa cómo hacerlo (lo siento, pero es que, como dicen mis compañeros, por tu forma de escribir y las patadas que le metes al diccionario, creo que no te durarían los clientes ni un asalto...). Eso es precisamente lo que nos da valor a los traductores profesionales"

Pero yo no fui la única a la que censuraron. Hubo muchos que querían comentar y no podían, e incluso a una compañera que consiguió publicar su comentario, se lo borraron a los dos minutos. Me parece muy injusto porque hubo comentarios despectivos que sí que pasaron la censura, como por ejemplo este:

"Princess, te recomiendo que busques información por otros medios, porque aquí ya se ve que la gente es demasiado "profesional", "competente", "diplomada" y arrogante para responder con buena voluntad. 
De mi parte, creo que lo fundamental es tener conocimiento profundo de las dos lenguas, conocimiento de cultural general y mucha lectura. Una de las características fundamentales de un buen traductor debe ser la "humildad" para desconfiar siempre de lo que parece óbvio, conocer nuestras limitaciones y saber que estamos siempre en proceso de aprendizaje, por más diplomas que tengamos".

La misma autora de este comentario escribía más adelante lo siguiente:

"Realmente debes haberte pasado mucho tiempo metida entre libros que se te secaron los sesos y no consigues ver más allá de tus ideas prejuiciosas".

Eso sí que son comentarios despectivos. El debate continuó (y continúa) y muchos más compañeros, demostrando lo que es la educación y el respeto, le decían a Princess que si quiere ser traductora, debería formarse como tal. Pero no creo que les haga mucho caso...

En esta entrada yo quiero dar mi apoyo a esos compañeros que defienden nuestra profesión a capa y espada y unirme a ellos. La traducción, normalmente, se empieza a estudiar sin conocer muy bien de qué va la cosa y acabas amándola con locura. Es un amor que dura toda la vida y que te enseña cada día cosas nuevas, que te descubre pasiones que no conocías y que te une a personas con las que compartes un estilo de vida aunque estés al otro lado del mundo. Amamos la traducción y no permitimos que se le falte al respeto ni se la trate como "un rollito de una noche", ni tampoco permitimos que todo el esfuerzo y el trabajo que supone formarse como traductores se considere una mera formalidad para obtener un título.

Si queréis participar en el debate, podéis hacerlo, pero recordad, siempre con respeto.

Por cierto, si estáis en Madrid este martes (23 de abril), me encantaría que vinieseis conmigo al estreno en cines de "Una carta para Momo", una película preciosa que yo he tenido el placer de traducir. Os espero el martes 23 de abril a las 20:00 en la calle Fuencarral, nº 136 (Cinesa Proyecciones 3D). En este link os dejo una entrada que escribí hace unos meses con más información sobre esta película.