
.jpg)
Y es que ya me lo decían mis
padres cuando acababa medio muerta después de un entrenamiento de atletismo: “El esfuerzo siempre tiene recompensa”.
Ahora me doy cuenta de que es cierto. Y no solo en el deporte, sino también en
todos los demás ámbitos de nuestras vidas.
Ahora, después de leer y releer
el intercambio de correos con…“Mr. X” unas cincuenta veces,
empiezo a creérmelo. Empiezo a asimilar que es cierto, que es real y que esto marcha hacia delante, ¡viento en popa a toda vela!
Por el momento no puedo contar
nada sobre el proyecto, pero quería compartir con vosotros que estoy contenta, muy contenta. Y deciros a todos los que
estéis desanimados, sin esperanzas, seáis traductores o no, que no tiréis la toalla. No os dejéis
caer, porque aunque te cierren una puerta en la cara y te den en las narices,
hay ventanas, tragaluces, ojos de buey, trampillas en el suelo y hasta
pasadizos secretos. Sí, vale, los pasadizos secretos están oscuros y llenos de
telarañas, pero… ¿dónde suelen estar
escondidos los tesoros, detrás de una puerta abierta o al fondo de un pasadizo
secreto? Así que coged vuestras antorchas, poneos ese sombrero que tan bien
le queda a Harrison Ford y adentraos sin miedo. El mundo está hecho para los valientes.
Es una entrada corta, pero he
dicho todo lo que puedo decir por el momento… Os mantendré informados a medida que vaya avanzando por mi pasadizo secreto...